En los últimos años se ha criticado mucho a la cantera del Barça diciendo que no es la que era, que ya no surgen generaciones buenas, etc. Eso no es cierto. La cantera culé sigue ganando casi todas las ligas o los torneos nacionales e internacionales que juega, es el único club español que ha ganado Champions juveniles, dos para ser exactos, y cada año vienen los mejores clubs de Europa a pescar en ella. El único y gran problema de la Masía es la junta de Bartomeu. Desde que llegaron, se han multiplicado los fichajes para el filial, especialmente los extranjeros de dudosa calidad, y se han seguido produciendo numerosas fugas en edad cadete y juvenil de los mejores proyectos, lo que unido a la presencia de entrenadores conservadores en el primer equipo ha motivado un descenso enorme de canteranos en el equipo referencia del club.

Vamos a centrarnos en este artículo en la llegada masiva de extranjeros de dudosa calidad llegados al filial y juvenil en los 5 años de Bartomeu, en lo que desde el club y, más concretamente, Pep Segura, definieron como “Operación Harvard”. Según palabras textuales del dirigente culé, “Todos los jugadores del mundo deben saber que la puerta del Barça está abierta. Y quien quiera venir a formarse aquí, con nuestro modelo, podrá hacerlo. Eso sí, siempre a coste cero”. Esto no es del todo cierto, ya que se han pagado traspaso por muchos jugadores como veremos a continuación.

Aclarar antes de nada, que no incluimos en este listado a los jugadores extranjeros que vinieron de clubs españoles como el “Choco” Lozano, un delantero centro hondureño que costó 1’5 millones en verano del 2017 y fue vendido al Girona por 1’75, tras sólo medio año en el filial (4 goles en 20 partidos). En el mercado invernal de esa temporada vinieron Matías Nahuel que marcó 5 goles en 1500’, extremo con desborde que cumplió pero tenía clausula de compra elevada para su nivel, el pivote/central camerunés Martin Hongla, cedido por el Granada que apenas contó (240’) dada su falta de calidad y Merveil Ndockyt, un extremo congoleño cedido por el Getafe que jugó menos de 500’ (2 goles). 

En su primer verano al frente del club, Bartomeu no pudo inscribir jugadores por la sanción de la FIFA, con lo que la “Operación Harvard” la inició  Robert Gonçalves (Fluminense), centrocampista brasileño que vino en el mercado invernal y que se fue del club sin jugar un partido oficial, dada su falta de calidad y la pésima condición física con la que llegó. Tras irse militó en varios equipos menores brasileños (Paisandú, Boavista) para acabar en la liga de Hong Kong.

Al año siguiente ya vinieron bastantes más jugadores extranjeros: Marlon, Bassey, Guillemenot, Bueno y Alasana. Marlon (Fluminense), central brasileño, fue de los pocos rentables aunque no tenía nivel ni por asomo para el primer equipo, jugó ese año en el filial la cantidad de 27 partidos e incluso debutó con los mayores disputando las 2 últimas jornadas de liga y 18’ en Champions ante el Celtic, lo que hizo que se pagaran 5 kilos por su fichaje, para posteriormente cederlo al Niza, vendiéndolo en 2018 al Sassuolo de la 1ª italiana por 6 kilos. El otro fichaje extranjero del filial fue el extremo nigeriano Ezekiel Bassey (Enyimba Aba) que vino en el mercado invernal y ante su bajísimo nivel no jugó ni un minuto oficial con el equipo. Tras irse del club ha militado en clubs nigerianos, iranís y egipcios.

Los otros tres jugadores llegarían para el juvenil. Jérémy Guillemenot (Servette), el único que llegó a jugar en el filial (71’) es un delantero suizo que no tuvo una gran presencia, marcando apenas 4 goles en liga con el juvenil, fue cedido al Sabadell de Segunda B donde no destacó (1 gol) y luego ha militado en Rapid de Viena (Austria) y ahora está en el St. Gallen de su país. Santiago Bueno es un central uruguayo muy alto que vino al juvenil en el mercado invernal y apenas jugó, fue cedido al Peralada en enero del 2018 y en este año y medio ha sido importante hasta que este verano el Barça le rescindió el contrato y fichó por el Girona. Alasana Manneh (Aspire Academy Qatar) es un centrocampista de Gambia de buen disparo (4 goles en liga), que tras acabar su etapa juvenil fue cedido al Sabadell y luego al Etar búlgaro hasta que ha acabado contrato y se ha ido a jugar a la primera polaca.

Durante la temporada 2017-2018 llegarían 4 jugadores de equipos extranjeros, tres para el filial y uno para el juvenil y solo el chaval que vino para el juvenil jugará con la zamarra azulgrana este curso. Vitinho, centrocampista brasileño que vino cedido del Palmeiras, era demasiado lento en su forma de jugar, no llegó a 1400’ y marcó 1 gol, obviamente, no se pagó su clausula elevada de compra y ha dado tumbos por Brasil, estando actualmente en el Bragantino de la 2ª brasileña. En invierno vendrían Marcus McGuane y Ballou Tabla. El primero es un centrocampista inglés fichado del Arsenal, apenas contó disputando menos de 1000’ en este año y medio de estancia en el club siendo cedido este verano al Telstar de la 2ª holandesa. Ballou Tabla es un extremo canadiense aunque nacido en Costa de Marfil, vino del Montreal (MLS), marcó 3 goles con el filial en algo más de 1200’, se fue cedido en enero del año pasado al Albacete (37’) y este verano a su equipo canadiense de origen.  El fichaje juvenil fue Lazar Carevic (OFK Grbalj), portero montenegrino que es suplente en el filial (630’ el año pasado), como también lo fue en juveniles, de Iñaki Peña.

El año pasado se incorporaron tres jugadores todos para el filial, con distinto resultado. Ronald Araújo (Boston River) sigue en el filial, siendo un central enorme que hace mucho daño en el juego aéreo a los rivales. Es titular y costó 1’7 kilos pero puede llegar a 5’2. Moussa Wague ha subido este año al primer equipo aunque no parece que cuente mucho para Valverde. Es un lateral derecho muy ofensivo que costó 5 kilos pagados al Eupen belga. La cruz es Gabriel Novaes, delantero brasileño que vino en enero, apenas ha jugado 300’ y, dado que no daba el nivel, se las arreglaron para que se fuera del club el año que quedaba de cesión al Córdoba.

En esta temporada 2019-2020 se han incorporado otros seis jugadores extranjeros, tres para el filial y la misma cantidad para el juvenil. Mike van Beijnen (NAC Breda sub-21), lateral derecho al que quisieron colocar porque no le ven con nivel tras llegar por chanchullos al club (hijo del representante de De Jong), estará en el filial se supone que hasta que le encuentren destino en el mercado invernal. Ludovit Reis (Groningen) que es un centrocampista holandés que ha costado 3’25 kilos y el japonés Hiroki Abe (Kashima Antlers) que vino tras la marcha de Take al Madrid, costó 1’10 kilos y pinta que será el extremo zurdo titular del filial. Los fichajes extranjeros del juvenil son los centrales Igor Gomes (brasileño) y Xavier Mbuyamba (holandés) y el delantero inglés Louie Barry.

Como vemos, han venido muchos extranjeros al juvenil y filial en estos 5 años de Bartomeu al frente del club y, casi todos, han fracasado de forma estrepitosa, siendo muy pocos los que han tenido continuidad en el filial, dado que, en su mayoría, no tenían nivel ni mejoraban lo que ya teníamos en nuestra base. Todo esto me lleva a realizarme dos preguntas, ¿por qué se ficha tanto extranjero y se menosprecia lo que tenemos desde hace años?, y, ¿Estas llegadas se deben a chanchullos o es que son muy ineptos a la hora de ver si un jugador vale o no para el club?

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